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martes, 3 de diciembre de 2013

UN VIDEO PARA REFLEXIONAR SOBRE NOSOTROS MISMOS Y SOBRE LOS DEMÁS

Cuantas veces has deseado (he deseado) ir con los zapatos de otra persona por la vida?
Buscaba justificación, pensaba que mis zapatos eran demasiado pesados, desgastados, para andar por la vida… Tampoco iba conjuntada, era como llevar unas deportivas con un vestido de fiesta y todo el mundo me observaba… O incluso, que yo iba con sandalias, cuando el camino de la vida estaba lleno de piedras y todo el mundo iba con botas… Aprendí.

Aprendí a valorar mis zapatos, son los mios, de mi talla.
Aprendí a no fijarme si son bonitos o feos en comparación con los demás.
Son mis zapatos, con eso basta.
Aprendí, que el mérito o el esfuerzo no lo tienen los zapatos, sino la persona que los lleva.
Aprendí, que se puede ir en patines, por un camino lleno de piedrecitas y patinar con soltura.
Yo no lo hago, pero un niño que conozco lo hace, increiblemente bien.
Aprendo de él, aprendemos juntos.
Aprendí que en la vida, cada persona tiene sus zapatos, pero los zapatos, no son lo importante.

Lo importante, es el uso que le das a los zapatos, y los míos están desgastados, no serán los mejores, ni los más bonitos, pero me gustan, no deseo otros, no podria desear otros…
¿Por qué iba hacerlo?
Son mis zapatos, con eso basta.



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